viernes, 25 de febrero de 2011

Algunas notas acerca de la meditación que venimos practicando

Primero, adopta una postura relajada, cuidando que la espalda esté bien recta. Siéntate en una silla o sobre un cojín en el suelo, como prefieras y te sientas más cómodo. Mantén los ojos semicerrados o entreabiertos sin fijar la mirada en nada ...
Ahora, ¿Cómo es tu respiración?. Intenta tener la experiencia de tu respiración, de sentirla conscientemente ...
Mantén suavemente la atención en la respiración mientras inspiras y mientras expulsas el aire ...
Nota cómo el aire que entra es un poco más frío... Siente cómo el aire que sale es un poco más caliente ...
Espera el tiempo necesario entre cada respiración ,sin prisa y sigue atentamente el salir y entrar del aire.
Cuando te surjan pensamientos relacionados con planes para el día, cosas para hacer etc. déjalos suavemente y vuelve a la respiración recordando la intención de ser consciente en todo momento y de estar alerta. Cuando te vengan pensamientos de que es difícil lo que estás haciendo, deja que pasen y tú quédate  fijo en la respiración. Si sientes cierta incomodidad en la espalda, intenta ser consciente de ello abiertamente, sin tratar de identificar la molestia o incomodidad. Por el contrario contempla cómo surge y cómo se desvanece cuando vuelves tu atención a la respiración y permaneces con la atención en ella.
Cada vez que se vuelve a la respiración se vuelve a la conciencia total del momento presente. Siendo uno con la respiración se es uno con la vida y con el mundo. Al final de la meditación, abre completamente los ojos y mueve lentamente el cuerpo. Sintiendo cómo esto ocurre.
A continuación ponte conscientemente de pié y trata de llevar la conciencia que has desarrollado durante la meditación a cada cosa y a cada persona que te encuentres en el día de hoy.

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